Editorial Compartida

Zaragoza, 30 de Diciembre de 2013

Leemos en el diario digital www.cronicadearagon.es, un artículo sobre el futuro del Pabellón Puente que compartimos  al 100%:

Más acá de las tres virtudes teologales, el diccionario de la RAE define la esperanza como el “estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”. En este sentido, las más de 12.000 personas que han visitado la exposición “Memoria del futuro: Continúa” durante los 73 días en los que estado presente en el Pabellón Puente de la capital aragonesa, han demostrado que desean que este magnífico edificio horizontal deje atrás para siempre los cinco años de inactividad a los que se vio sometido tras la clausura de Expo Zaragoza 2008.

Por otra parte, la propia exposición ha demostrado que es posible utilizar el Pabellón Puente para la realización de eventos culturales, incluso contando con un presupuesto rayano en la miseria.

Así pues, el deseo y la posibilidad se alían para construir la esperanza de que los tiempos de la cerrazón hayan quedado atrás para siempre.

Ibercaja, como entidad concesionaria de este espacio, está absolutamente obligada a llenarlo de contenido como elemento cultural abierto al público, y también como banderín de enganche para atraer inversiones hacia el vecino parque empresarial Dinamiza. Del mismo modo, Expo Zaragoza Empresarial, como empresa pública que gestiona todo el recinto Expo en nombre de los aragoneses y aragonesas, tiene el deber de velar por que Ibercaja cumpla cuanto antes su parte del trato.

La excusa de que “las prioridades de la Obra Social son otras en estos tiempos de necesidad” se viene abajo desde el momento en el que la entidad financiera sólo es capaz de paralizar desahucios inmobiliarios de familias con niños enfermos de leucemia cuando calculan que las campañas en redes sociales a favor de los afectados pueden dañar el “buen” nombre de la entidad financiera. “Sabían que el niño estaba enfermo y llevamos un año solicitando la dación en pago sin recibir respuesta alguna”, declaraba hace unas semanas a la prensa la madre de una familia de Fuenlabrada, después de conocer que, finalmente, Ibercaja paralizaba temporalmente su desahucio.

Descartadas, pues, estas “prioridades”, la Obra Social de Ibercaja debería, al menos, cumplir los compromisos que ha suscrito para la puesta en marcha del Pabellón Puente, empezando por reparar la puerta principal del Pod 1 que, para asombro de propios y extraños, ha permanecido averiada durante todo el tiempo que ha durado la exposición “Memoria del futuro: Continúa”.

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