Mangado ofrece a la DGA su proyecto de reconversión del pabellón de España
Zaragoza 3 de Diciembre de 2018
El arquitecto del pabellón de España, Patxi Mangado, ofrecerá al Gobierno de Aragón el antiguo proyecto de reconversión de este icono de la Expo 2008, en desuso desde hace una década, para que se transforme en un centro de Formación Profesional digital, una de las alternativas que estudia el Ejecutivo de Javier Lambán. El plan se diseñó a petición del Gobierno de España y “está ya pagado”. Estaba pensado, explica Mangado, para que el edificio acogiese posgrados de la Universidad de Zaragoza, pero, según afirma, sería “perfectamente válido”, ya que apenas harían falta “unas adaptaciones” que él mismo se ofrece a ejecutar.
El arquitecto tiene intención de dirigirse por carta al presidente de Aragón si este no contacta con él antes. “Solo se necesitarían entre dos y tres millones de euros. Si me pidiese el proyecto lo tendría al día siguiente”, recalca. Los gobiernos de España y de Aragón iniciaron en la última bilateral los trámites para ceder este Bien de Interés Cultural (BIC) al Ejecutivo autonómico. No obstante, fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón confirman que “aún no se ha registrado ningún proyecto” y que hasta que no lo haya no se podrán acordar los términos.
La intención es que el pabellón, que costó más de 30 millones de euros, pase a manos de la Comunidad “por 30 años prorrogables” y “a coste cero o por una cantidad simbólica”. Aunque el Gobierno PSOE-CHA se comprometió a tener listas las líneas maestras del proyecto antes de la reunión de noviembre, los consejeros no llevaron a la bilateral no ningún documento concreto.
Mangado recuerda que el pabellón –que sonó como sede del Instituto de Investigación sobre el Cambio Climático e incluso fue propuesto como museo con recreaciones de dinosaurios–, se concibió pensando en que tras la Expo acogería otros usos. “Tiene unos 8.000 metros cuadrados.
La mayor parte del presupuesto de la reconversión iría a actualizar la iluminación y la instalación. Bastaría con levantar tabiques divisorios para dotar al espacio de aulas, salas de reuniones, aseos y despachos. Son cuestiones elementales”, subraya.
Los trabajos, según se explicó en 2011 al presentar la remodelación interior del pabellón a la opinión pública, apenas durarían seis meses. Para Mangado, lo importante es que al edificio, que alberga 1.608 metros cuadrados de superficie útil, “se le dé uso”. “Espero que, con lógica y sentido común, el Gobierno de Aragón aproveche lo ya hecho”, añade.
Polémica judicial
Los desperfectos detectados en los últimos años en la cubierta y las columnas del pabellón de España, que han obligado a invertir más de medio millón de euros en reparaciones, siguen siendo objeto de polémica judicial. El Gobierno central demandó en 2017 a Mangado por considerar que obedecían a “una ejecución defectuosa”. Aunque el tribunal dio la razón al arquitecto y obligó a la Administración central a pagar las reparaciones y las costas del juicio, Mangado confirma que la Abogacía del Estado ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid.
“Estamos pendientes de votación y fallo. La sentencia podría tardar meses”, explica Carlos Lapeña, abogado de defensor del arquitecto. Aclara, en este sentido, que el Estado no solo actuó contra Mangado, sino que hay “varios codemandados”, entre los que están la constructora San José.
El tribunal resolvió “una falta de legitimación pasiva”. Esto, apunta Lapeña, “se produce cuando está mal constituida la relación jurídica procesal”, ya que Mangado “no tiene el carácter con el que fue demandado”. “Ni siquiera se entró a analizar el fondo del asunto. No había lugar”, relata. Concluyó, por otra parte, que la acción “había prescrito”. “La obra se entregó en 2008 y los vicios detectados no eran estructurales, cuya garantía sería de 10 años, sino de habitabilidad, para los que solo hay tres”, señala.
La Abogacía del Estado, comenta el letrado, ha basado su recurso en que tanto Mangado como el resto de codemandados “sí pueden ser denunciados” por estos desperfectos. Contra el futuro fallo cabrá recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Fuente: Heraldo