Del éxito al abismo: así están las zonas de ocio del Parque del Agua
Zaragoza 30 de Junio de 2024
El Gobierno de Natalia Chueca se ha propuesto recuperar las concesiones fallidas del Parque del Agua y de las riberas del Ebro, algunas de ellas inmersas en un proceso judicial o en la quiebra, para recuperar el espíritu con el que se creó esta gigantesca zona verde
La Expo del Agua supuso un antes y después en Zaragoza. La muestra internacional impulsó a la capital hasta lo más alto, que recuperó espacios tan olvidados como las riberas y apostó por crear una gran zona verde de cerca de 120 hectáreas. Para darle vidilla a semejante parque, se construyeron bares, restaurantes y zonas temáticas, como las playas, el canal de aguas bravas o el spa de Ranillas. Instalaciones que surgieron al calor de la Expo y que con los años se han ido desinflando hasta acabar en cierre y ruina.
El centro hípico
El ayuntamiento sacó a licitación la gestión de este espacio sin mucho éxito al quedar desierto. Para ponerlo a punto se estima una inversión de algo más de un millón de euros que podría incrementarse si sigue abandonado, ya que el deterioro por la falta de mantenimiento cada día es mayor. El ayuntamiento no descarta ceder la instalación a la Federación de Hípica, que ha solicitado su uso, asumiendo las tareas de mantenimiento.
El canal de aguas bravas
El canal de aguas bravas resulta atractivo, pero sobre el papel porque su gestión, mantenimiento y coste ha sido un auténtico quebradero de cabeza tanto para la empresa que asumió su gestión como para el consistorio. El pasado mes de mayo, el Gobierno de Zaragoza dio luz verde al procedimiento para la resolución y extinción de la concesión, en manos de La Loteta Sport. Esta instalación, que costó 5,9 millones, empezó a dar problemas muy pronto debido a la aparición de unas grietas por las que se filtraba el agua. Hasta en tres ocasiones se sellaron sin mucho éxito y no fue hasta 2018 cuando se confirmó que los daños eran «estructurales» y que tenían su origen en el diseño de la base inferior. Por si fuera poco, mantener operativa esta instalación genera un coste de 1.000 euros al día solo en luz. Por no hablar del gasto de reparación, que rondaría los 700.000 euros. Por ahora, el Gobierno estudia la viabilidad económica de este espacio para volver a ponerlo en marcha.
El quiosco del Embarcadero y sus barcas
Este servicio, que ha mantenido su actividad, requiere de una revisión profunda. Por ello, desde el equipo de Natalia Chueca no descartan volver a licitarlo, incluyendo la actividad de las barcas.
El parque multiaventura y el tren turístico
Tras varios años sin funcionar, se estima que su puesta en marcha exigiría una inversión previa de 30.000 euros para renovar sus elementos y ponerlo en marcha. No parece que se vaya a recuperar el tren turístico porque se considera que no hay una demanda real para poder mantenerlo.
El minigolf
Hace dos años que la concesionaria solicitó una rebaja del canon para poder compensar la pérdida de clientes. Tras su petición, el gobierno municipal aprobó una compensación de 8.647 euros y, a día de hoy, estas instalaciones infantiles funcionan sin problema y, lo que es casi más novedosos, la empresa que lo gestiona está al corriente de sus obligaciones contractuales.
Las playas
El Grupo Parque de Atracciones, encargado de su gestión, comunicó a principios de junio que renunciaba a su gestión. La falta de mantenimiento y el elevado coste que exige mantener abierto este espacio han llevado a la empresa de la familia Morte a renunciar a su explotación. Desde el PP estudian todas las vías posibles para poder volver a abrirlas, a pesar de que exige una cierta inversión y de que año tras año han ido perdiendo afluencia.
El pabellón de ceremonias
El titular ya ha advertido al consistorio de los problemas estructurales de construcción que presenta el edificio, lo que impide celebrar con normalidad su actividad. Se estima que habría que invertir cerca de 308.460 euros.
El quiosco Luna Nueva
El Gobierno del PP, de acuerdo con el último informe de la asesoría jurídica municipal, va a iniciar el procedimiento de desalojo de la instalación. La historia viene de lejos. En diciembre de 2022 se declaró extinta la concesión por impago del titular. Dos meses después, el Gobierno municipal aprobó el lanzamiento y ordenó devolver al ayuntamiento la posesión del bar, algo que no sucedió debido al recurso presentado por la empresa que se encarga de su gestión, Ranillas 2010. Tras idas y venidas judiciales y sin que la contrata abone los recibos del canon a la espera de la resolución judicial, desde el PP ya preparan el procedimiento de desalojo.
Fuente: El Periódico de Aragón