El futuro de la movilidad se decide en Zaragoza
Zaragoza 12 de Febrero de 2019
El transporte de personas y bienes ha jugado un papel relevante en nuestro desarrollo humano, en especial, desde la invención de la rueda, en el 3.500 a. C en Mesopotamia. La creación de dicha pieza mecánica supuso un antes y un después en la movilidad. Una revolución que permitió mejorar las comunicaciones, reduciendo esfuerzos y tiempos exponencialmente, extender el intercambio comercial y que dio pie al surgimiento de diferentes vehículos que alteraron la vida de los ciudadanos hasta nuestros días.
Hoy la movilidad está a punto de vivir una transformación tan relevante como la experimentada entonces en el plano tecnológico y medioambiental. Los coches autónomos, las formas diferentes de relacionarnos con los transportes, ejemplificadas en las aplicaciones de carsharing o en los servicios VTC, y sobre todo los nuevos combustibles ecológicos van a suponer una enorme alteración de la sociedad. Todo ello empujado por la concienciación contra el Cambio Climático y las leyes para atajar la contaminación. Una transición que obliga a la industria a renovarse y a evolucionar de manera extraordinaria. Este movimiento transversal, que implica a numerosos agentes, ha desembocado en iniciativas públicas y privadas a lo largo del mundo que van a servir de apoyo para lograr una movilidad sostenible a nivel global.
Es el caso de Mobility City. La ciudad de la movilidad sostenible que Fundación Ibercaja y el Gobierno de Aragón promueven, junto a numerosas empresas y entidades, en el Pabellón Puente de Zaragoza. El proyecto, pionero en Europa, pretende ser un museo sobre los nuevos modelos de movilidad, además de un espacio de referencia para estudiantes y empresas centradas en la materia. “Es un proyecto en el que mostrar los cambios en la movilidad en todas sus vertientes, mezclando ámbitos como las telecomunicaciones, la conectividad en la conducción, las infraestructuras inteligentes, la ecología y la movilidad compartida”, asegura su responsable, el periodista Jaime Armengol.
MÁS QUE UN MUSEO
El lugar elegido para ubicar el nuevo proyecto tenía que evidenciar su vanguardismo. Y el transgresor Pabellón Puente, diseñado por la arquitecta iraní Zaha Hadid, era el mejor escenario posible. Vacío desde la Expo de 2008, en los últimos años se había convertido en una atracción turística necesitada de una segunda vida. Un impulso que permitiera a Zaragoza lucir al fin uno de los grandes símbolos de la muestra internacional.
“Mobility City pone en valor el Pabellón Puente. Va a ser un verdadero revulsivo para la ciudad”, afirma Armengol. La fecha que manejan los promotores para su apertura es finales del año 2019, en torno a diciembre. Tras presentarse el proyecto este mismo mes y realizar posteriormente los procesos de licitación, adjudicación, que corre a cargo de Idom y Zaha Hadid Architects, y adecuación del enclave, el proyecto estará listo.
La estructura dentro del puente gira en torno a dos espacios diferenciados que aportan valor al interior. El área de libre tránsito será el lugar donde proyecto y empresas implicadas mostrarán cómo puede configurarse el futuro de la movilidad. Para ello se atenderá a los productos comerciales, servicios y cambios legislativos, entre otros aspectos, que lo integrarán. Todos ellos incluidos en tres ejes principales: movilidad sostenible, conectada e inteligente. El visitante podrá disfrutar de demostraciones en torno a ello para hacerse una idea más detallada sobre el tema.
El resto del edificio estará reservado al apartado estríctamente museístico. En este espacio se intentará tratar y explicar con mayor profundidad de dónde viene, cómo está evolucionando y hacia dónde se encamina la movilidad, proponiendo diferentes soluciones de futuro. El objetivo primordial es que el ciudadano que acceda pueda interactuar con la muestra, convirtiendo la visita en toda una experiencia sensorial.
LABORATORIO DE MOVILIDAD
Pero el proyecto Mobility City no será únicamente un espacio expositivo, también aspira a convertirse en un referente empresarial y educativo en torno a la movilidad sostenible en Zaragoza. Una plataforma mediante la que poder llevar a la práctica todo el grueso de iniciativas representado en el museo, apostando por la investigación y la innovación.
En el ámbito corporativo, cuentan ya con un nutrido grupo de empresas participantes, entre las que se citan PSA, LG, Endesa o Repsol, entre otras, que aportan su experiencia e inversión. Los sectores cubiertos son automoción, aseguradoras, tecnológicas, infraestructuras, energéticas y operadores de transportes, además de otros organismos colaboradores. “En este momento contamos con 28 entidades implicadas pero aspiramos a ser 35 en el futuro próximo”, adelanta su responsable, generando “gracias al clúster de automoción, tecnología y energía, todo un tejido de conocimiento en torno a la materia”, asevera.
Respecto al entorno educativo, trabajan con la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge en diferentes iniciativas que permitirán formar a futuros expertos en movilidad. La principal es la Cátedra Mobility City. Un acuerdo con el centro universitario público para ayudar en el campo de la conectividad en la movilidad. Supondrá, mediante la asistencia al grupo de comunicaciones móviles de la universidad, el estudio de las nuevas propulsiones, el coche eléctrico, la conducción autónoma con 5G o la movilidad inteligente. “Permitirá divulgar y formar a los alumnos, además de que premiará trabajos de fin de grado o tesis en torno al tema. Una positiva estimulación para su actividad”, apunta Armengol.
La otra gran pata del proyecto, que implica a todo el país, es, junto al Consejo estratégico de la Automoción, la Mesa de la Movilidad Sostenible. Una iniciativa impulsada hace unos meses por el Gobierno de España que finalmente ubicará su sede en Zaragoza. “Tras visitar el Pabellón Puente, donde pudo conocer al detalle nuestro proyecto, la ministra de industria, Reyes Maroto, anunció que éramos la ciudad elegida. Fue un gran apoyo”, añade el periodista. Esta apuesta decidida del Estado implicará a actores públicos y privados para avanzar en la planificación urbana y de infraestructuras, la modernización de la industria, la sensorización de vehículos y espacios, la logística y el uso de nuevas opciones como el carsharing o el comercio electrónico.
IMPACTO POSITIVO EN ZARAGOZA
Pero Mobility City no solo tendrá influencia como polo cultural, también pretende lograr un gran impacto en el área Expo y en el resto de Zaragoza. En la actualidad, son ya en torno a 4000 empleados los que trabajan en el parque empresarial de Ranillas, pero la apuesta persigue contribuir a rescatar del olvido el resto de pabellones emblemáticos, para transformar la zona en un motor de la ciudad.
Además, el apoyo a un sector tan estratégico, permitirá que a la capital aragonesa lleguen antes que a otras ciudades los avances en movilidad y que se convierta en un exponente de las empresas de la industria. De esta forma será posible atraer presentaciones, actos promocionales y rodajes, así como ser banco de pruebas de nuevas movilidades.
Todo ello redundará en un aumento del turismo, con Zaragoza como destino imprescindible de los circuitos internacionales, y en una mejora general de la economía. “Creemos que el proyecto puede servir de incentivo a otras instituciones públicas y privadas aragonesas tan relevantes como el ayuntamiento de la ciudad, el Gobierno de Aragón, la Feria o la Cámara de Comercio”, concluye Armengol.
Fuente: Aragon Press