El parque del Agua llega a su 15º aniversario con sus principales concesiones a medio gas
Empresarios y usuarios piden “más mantenimiento” para mejorar una zona que “aún tiene potencial”.
El parque del Agua llega a su 15º aniversario con sus principales concesiones a medio gas. Este verano no se podrá tomar un refresco en el quiosco del embarcadero -cerrado hasta nuevo aviso-, alquilar una oca a pedales o practicar deportes acuáticos. Tampoco se ha encontrado solución al canal de aguas bravas, que sigue judicializado, ni a la hípica, un destino que comparte con el spa, el espacio multiaventura o el tren turístico.
Los negocios que continúan abiertos insisten en el potencial de este pulmón verde, pero exigen “más cariño e inversión en mantenimiento”, una reclamación que comparten desde la Asociación Legado Expo. Aunque sigue siendo utilizado a diario por decenas de zaragozanos para correr y practicar deporte al aire libre, el estado actual del parque dista mucho de la imagen que ofreció en 2008.
Junto al embarcadero todavía se publicitan actividades que ya no se ofertan, como el alquiler de barcas, el rafting, el kayac o el paddle surf. También abundan la maleza -con juncos que se comen los senderos-, los grafitis y las vallas, que acordonan zonas de juegos infantiles y maderas rotas desde hace meses. La verja que rodea la hípica está directamente por los suelos, y en el camino que lleva al pabellón de ceremonias hay varios adoquines levantados o sueltos, unos desperfectos que, en opinión de los usuarios y empresarios consultados, convendría arreglar para evitar que la imagen del parque siga deteriorándose.
La situación de varias de estas concesiones es especialmente delicada. Muchas, de hecho, arrastran problemas desde hace años para pagar el canon. Ya en 2022, la concejala de Hacienda en funciones, María Navarro, aseguraba que el Consistorio había recaudado 1,6 millones de euros de deudas pendientes, quedando otros 1,2 por ingresar.
El futuro del spa continúa dirimiéndose en los tribunales, al igual que el del canal de aguas bravas, al que están vinculadas las concesiones del bar del embarcadero, el tren turístico y el espacio multiaventura. Aunque desde el Ayuntamiento aseguran que hay interés para que al menos pueda reabrirse el quiosco, otras atracciones como el canal tienen un porvenir especialmente negro.
Más allá de los históricos problemas de filtraciones, se trata de una instalación que requeriría de altos costes de funcionamiento, circunstancia que hace que sea inviable en un contexto de crisis energética y una alta inflación.
En el caso de la hípica, el principal hándicap está en que no tiene núcleo zoológico, por lo que los caballos no pueden pasar allí la noche. Desde el área de Servicios Públicos aseguran que se está haciendo “lo posible” para sacarla adelante, y que se está en conversaciones con la Federación Aragonesa de Hípica para que, al menos, pueda acoger actividades puntuales. Antes, no obstante, sería necesaria una inversión que se prevé elevada.
“Zaragoza no se equivocó”
Las concesiones del parque del Agua abarcan 31 negocios e instalaciones que van desde el pabellón de ceremonias hasta el quiosco de Vadorrey, los huertos urbanos o el propio campin municipal.
La sensación es que tras estos años han sobrevivido aquellas que podrían considerarse más razonables, cayendo en el lado contrario los proyectos sobredimensionados o con menos público potencial. Las Playas, una de las concesiones que siguen en activo, han iniciado recientemente la temporada con una inversión que, según explica Jesús Morte, del grupo Parque de Atracciones, se sitúa entre los 50.000 y los 60.000 euros. En su opinión, el parque del Agua tiene un futuro “impresionante”. “Lo que ocurre es nació al calor de la Expo, y cuando acabó la muestra internacional, la ciudad ya era otra cosa”, razonó.
Esta es una de las concesiones que, años atrás, llegó a tener deudas con el Ayuntamiento. Pero actualmente, dice Morte, la situación está “regularizada”, ya que se ha pedido una ampliación del periodo de pago. El propio grupo gestionó también el embarcadero, donde, según Morte, terminaron registrando “todas las pérdidas del mundo”.
La zona que aparentemente mejor funciona 15 años después de la Expo es la bautizada como plaza de Fluvi, donde se encuentran el teatro Arbolé, el centro de ‘láser tag’ Quasar Élite o el minigolf.
Sancho de Castro, anterior concesionario de Las Playas y actual propietario del restaurante Bocados, uno de los negocios ubicados en dicha plaza, considera que “Zaragoza no se equivocó al crear este parque”. “En nuestro caso, funcionamos sobre todo los fines de semana. Siguen faltando cosas. De hecho, hay mucha gente que aún no conoce el parque, pero este sigue siendo un entorno privilegiado”, afirmó.