La escultura El Alma del Ebro de Zaragoza se someterá a una restauración integral
Zaragoza 29 de Julio de 2024
Los trabajos se acometerán a partir del 21 de octubre, tras las Fiestas delPilar, y deberán estar acabados antes de final de año.
El Alma del Ebro, la icónica escultura de Jaume Plensa situada frente a la fachada principal del Palacio de Congresos, se someterá a una restauración integral en la que el Ayuntamiento invertirá 12.398 euros, IVA incluido. Los trabajos comenzarán a partir del 21 de octubre, una vez que acabe la programación de las Fiestas del Pilar en el recinto Expo, y tendrán un plazo de ejecución de un mes, debiendo estar terminados antes de que acabe el año.
Según explican desde el Ayuntamiento de Zaragoza, desde su instalación en 2008 se han llevado a cabo “pequeñas intervenciones de mantenimiento” y se han ido eliminando periódicamente las plantas que crecían en la base. Y aunque se encuentra “en un estado de conservación aceptable”, desde el área de Cultura consideran necesaria una intervención “más integral” que abarque “la totalidad de la superficie”.
Actualmente presenta una serie de “alteraciones”que “no favorecen la correcta conservación de los materiales constitutivos y que afectan a la legibilidad y estética de la obra”. En concreto, se observan depósitos y escorrentías de suciedad, telas de araña, presencia de vegetación en la base, grafitis, pegatinas y pequeñas pérdidas en la capa pictórica que dejan al descubierto el soporte de acero, defectos que tienen su origen en la exposición a la lluvia, el viento y el sol y en el vandalismo.
Desde el Consistorio, de hecho, reconocen que “es habitual ver personas escalando en la escultura”, en la que no se observan puntos de corrosión. Las tareas irán desde la limpieza, estabilización y protección del citado soporte hasta la revisión del estado de las soldaduras para certificar su estabilidad y resistencia y garantizar la seguridad del entorno.
La intervención se hará ‘in situ’ en la plaza de Lucas Miret entre finales de octubre y los meses de noviembre y diciembre e incluirá la aplicación de herbicida en la base para acabar con las plantas y la eliminación de grafitis y adhesivos. Para llevarla a cabo se colocará un vallado perimetral que protegerá la obra y delimitará la zona, un perímetro que se utilizará para el acopio de materiales, siendo también necesaria una plataforma elevadora con la que llegar a las zonas superiores.
No en vano, entre otros aspectos, destaca por sus grandes dimensiones, con 11 metros de alto, 8,5 de ancho y 8,4 de fondo, mientras que las letras tienen una altura de 635 milímetros y un grosor que va de los 15 a los 30 mm.
El Alma del Ebro es una de las esculturas más reconocibles y fotografiadas del legado de la Expo 2008. Representa a un hombre sentado en posición fetal y está formada por una retícula de letras de acero inoxidable entrelazadas, soldadas entre sí con cordones por ambos lados y recubiertas con pintura blanca de poliuretano.
A la hora de repintarlas, la empresa deberá utilizar “los mismos productos que usó el artista en origen”, una exigencia con la que se pretende preservar su estética.
El contrato contará con financiación europea dentro del programa de Planes de Sostenibilidad Turística del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Desde el servicio de Cultura aseguran no tener suficiente personal cualificado ni los medios necesarios para acometer esta intervención, de ahí que se haya sacado a licitación.
Las empresas interesadas tendrán hasta las 13.00 del próximo 5 de agosto para presentar sus propuestas. A la hora de valorarlas, el Ayuntamiento tendrá especialmente en cuenta el precio que se oferte, con el que se podrán obtener un máximo de 48 puntos.
La memoria técnica –en la que deberá aparecer una descripción pormenorizada de las soluciones, procedimientos, materiales y productos que el licitador propone para acometer la intervención– supondrá otros 46 y las mejoras que se planteen, entre las que se valorará la ampliación del plazo de garantía y la formación de los conservadores en arte contemporáneo, seis más.
Fuente: Heraldo