La hora de la Expo ha llegado con un plan que «dignificará» el recinto y lo sacará del abandono
Zaragoza 23 de Abril de 2024
El Gobierno de Aragón, a través de Expo Zaragoza Empresarial, y el consistorio de la capital aragonesa firmarán un acuerdo para recuperar los elementos degradados del frente fluvial
Este proyecto no va a consistir en acometer grandes obras ni costosas inversiones ni tampoco entran aquí los planes para dotar de usos a los edificios que siguen vacíos. El objetivo es, según fuentes del Gobierno de Aragón, «mantener, recuperar y adecentar» todas las infraestructuras que se construyeron para la Expo de 2008 y que, desde entonces, nadie había cuidado. Ejemplos hay muchos.
Uno de los más sangrantes es el banco que bordea el frente fluvial, proyectado por Isidro Ferrer y Batlle i Roig. Cubierto de teselas blancas y con 700 metros de largo, costó 1,5 millones de euros. Hoy luce oxidado, las piedras que lo recubrían se han levantado y es imposible sentarse sobre él. Este es uno de los elementos sobre los que se quiere intervenir, pero no el único. Lo primero que se tiene que hacer es un inventario de todos los espacios e instalaciones, entre las que están algunas obras de arte que prácticamente se caen a cachos.
También se arreglarán fuentes que ya no funcionan, farolas, mobiliario urbano y los toldos que cubren la explanada situada entre el río y los edificios de los cacahuetes. En definitiva, lo que buscan las dos administraciones, «aprovechando la buena sintonía que existe en la actualidad» –ambas están gobernadas por el PP–, es «dignificar todo el espacio», que ahora solo recibía atención «de Vive Latino en Vive Latino». Parte de estos trabajos se harán a través de un convenio que firmarán la sociedad pública Expo Zaragoza Empresarial (que depende del Gobierno de Aragón) y el ayuntamiento de la capital aragonesa. Y es que lo primero que hay que decidir es dónde intervenir y cómo, puesto que el problema hasta ahora es que no estaba bien delimitado cuál de las dos instituciones tenía que encargarse del mantenimiento de cada una de las zonas del frente fluvial.
Cuando se habla de la Expo, no todo son grandes infraestructuras y majestuosos edificios. En algunos casos –muchos–, el diablo está en los detalles. Por ejemplo, la escultura Alma del Ebro, obra de Jaume Plensa, situada justo en la entrada del Palacio de Congresos, cuenta con once focos que se encargan de iluminarla. Solo tres funcionan, el resto llevan tiempo fundidos sin que nadie se haya encargado de sustituirlos.
Así, el objeto de ese convenio que firmarán los responsables de la DGA y el ayuntamiento de la capital aragonesa es precisamente aclarar quién se tiene que hacer cargo de cada cuestión.
La Torre del Agua, de nuevo iluminada
Por el momento, no existe una previsión de inversiones necesarias ni tampoco plazos marcados en el calendario. Pero según explican fuentes del Ejecutivo autonómico, en los próximos meses se quiere definir cómo y dónde intervenir para después firmar ese convenio y ponerse a trabajar en los próximos años sin dejar que el tiempo se alargue. No se prevé que tenga que realizarse un importante desembolso de dinero, lo que se hará es atender aquellas necesidades de mantenimiento que se habían desatendido.
Este plan también contempla inversiones que atañen exclusivamente a la DGA y que también están ya previstas, aunque no programadas, como es la recuperación de la iluminación exterior de la Torre del Agua y el Pabellón Puente, este último gestionado por la Fundación Ibercaja y donde se sitúa el Mobility City. Según estas mismas fuentes consultadas, el objetivo es poder volver a iluminar el exterior de ambos edificios para que se conviertan de nuevo «en un símbolo de Zaragoza». En el caso de la Torre del Agua, la intervención requerirá sustituir las bombillas por nuevas de led que permitan ahorrar costes y mejorar su eficiencia. Una vez se sustituyan los sistemas de iluminación, el planteamiento es encenderlos «todas las semanas, uno o dos días».
Asimismo, el Ejecutivo autonómico va a actuar en los bajos del Pabellón de Aragón, que se encuentra en un estado de abandono muy evidente y maltratado por el vandalismo, puesto que está lleno de pintadas. Ahí se van a sustituir también algunas de las cristaleras del edificio y se ejecutarán otras obras de mantenimiento básico que, hasta ahora, no se habían acometido a la espera de que el Pabellón de Aragón vuelva a la vida cuando se le dote de un nuevo uso después de 16 años.
Fuente: El Periódico de Aragón