La reforma del Pabellón Puente de Zaragoza acabará en abril, pero la apertura se alargará al menos hasta otoño
Zaragoza 23 de Enero de 2022
La Expo ultima el acristalamiento y aún debe rematar el pavimento de resina, de 5.000 m2. Ibercaja necesita entre 6 y 9 meses para acondicionar el Mobility City y su aspiración es llegar para el Pilar.
La reforma y cerramiento del Pabellón Puente ha iniciado su cuenta atrás. Tras muchas promesas, aplazamientos y retrasos, la sociedad pública Expo Zaragoza Empresarial ultima las obras con el objetivo puesto en entregarlo a la Fundación Ibercaja en el mes de abril. Esto no quiere decir que la ciudad vaya a contar de nuevo en primavera con la pasarela peatonal de Zaha Hadid, ya que aún se necesitarán entre seis y nueve meses para su acondicionamiento como sede del Mobility City.
La aspiración de la entidad financiera es hacer la gran inaguración para las fiestas del Pilar, aunque este escenario se podría complicar por la crisis de suministros y de los chips, que son clave en su propuesta tecnológica, lo que demoraría la apertura hasta las siguientes fechas señaladas en el calendario, las de la Navidad.
El último anuncio oficial fijaba el reestreno del Pabellón Puente para finales de 2021, pero la quiebra de la contratista encargada de los cerramientos, Ingemetal, trastocó todos los planes y, en cadena, ralentizó el resto de lotes de la obras. La sociedad pública de la Expo tuvo que fichar a otra constructora, Acyf, y a la vuelta del pasado verano retomó la intervención en las fachadas por cerrar.
Fuentes oficiales de Expo Empresarial confirmaron a este diario que las obras se encuentran en su fase final. “Actualmente, se están realizando labores de acabados finales, pruebas, repasos y pequeñas actuaciones”, añadieron.
Los últimos trabajos se centran en rematar los cerramientos acristalados exteriores, casi 500 metros cuadrados “de gran complejidad técnica”. La nueva cobertura de cristal de las fachadas laterales deben salvar las grandes distancias entre los apoyos y ajustarse a la obra construida. “Estos acristalamientos tienen que soportar la presión del viento, por lo que fue necesario reforzar el interior de los perfiles de aluminio con llantas metálicas”, detallaron.
Al mismo tiempo, los operarios se afanan en el montaje de las grandes puertas automáticas de acceso, tanto en el lado de Ranillas como de La Almozara, así como en el repintado de las paredes y en los repasos de la envolvente de la estructura. También han comenzado las pruebas de las instalaciones para evitar imprevistos.
Pendientes del tiempo
La última actuación que debe hacerse, y que se ejecutará una vez hayan concluido el resto de los trabajos, es la aplicación de la última capa del acabado del pavimento. Formado por tres capas de resina gris, la pretensión es darle un aspecto homogéneo y de continuidad a lo largo de todo el Pabellón Puente, lo que implica intervenir a lo largo y ancho de 5.000 metros cuadrados de superficies. Las citadas fuentes de la Expo añadieron que esta labor comenzará la próxima semana, condicionada por el clima.
En este sentido, detallaron que la resina tiene una aplicación «bastante delicada», dado que le afectan las bajas temperaturas. “No se puede aplicar en el caso de que se prevea que se baje de los cinco grados o que haya mucha humedad”, añadieron.
Lo que ya se acabó fue la instalación de trece respiradores –conocidos técnicamente como exutorios– en la cubierta de la pasarela para evacuar el humo en caso de incendio, el lote más complejo de todos. Para mimetizarlos, se han construido en el exterior con las mismas placas de GRC –fibra de vidrio reforzada con cemento– que dan forma y color a la gigantesca cubierta. En el interior, pese a sus 1,50 metros de anchura, apenas se perciben porque su cuerpo metálico se ha pintado con el mismo color gris de la estructura y el hueco del ventilador, de negro.
Una vez hayan acabado los remates, la sociedad pública entregará la documentación al Ayuntamiento, lo que permitirá ya a la Fundación Ibercaja solicitar la licencia de actividad. Entonces, podrá comenzar el montaje de los contenidos del Mobility City, en los aún se han apostado más por la interactividad por la covid. Esto implica depender aún más de los componentes electrónicos, muy afectados por la crisis de suministros.
Guente: Heraldo