Los pisos en los ‘cacahuetes’ de la Expo costarán unos 30 millones
Zaragoza 26 de Febrero de 2022
Los 500 pisos de alquiler para jóvenes en los denominados cacahuetes del recinto Expo, en el meandro de Ranillas de Zaragoza, dará el próximo lunes un paso de gigante. Llegará con el anuncio de la licitación del primer contrato relacionado con esta apuesta política del Gobierno aragonés que busca ofrecer alojamientos a un precio asequible en unos edificios que llevan en desuso desde que la muestra internacional de 2008 cerró sus puertas. La licitación, que pasará por el consejo de administración de la sociedad Expo Zaragoza Empresarial, está vinculada a la redacción del proyecto de reconversión de los mismos, la casilla de salida de un plan que, según ha podido saber este diario, acabará rondando los 30 millones de euros de inversión. Se trata de un proyecto estrella en la capital aragonesa que, a pesar de las turbulencias iniciales con el alcalde de la ciudad y actual líder del PP aragonés, Jorge Azcón, empieza a desvelar sus cifras en detalle.
La más relevante la incluirá el propio concurso público que debe convocarse esta próxima semana y es el presupuesto estimado de la propia construcción a la que los profesionales interesados en pujar por la redacción del proyecto deberán ajustarse. En este pliego figurarán los 20.680.000 euros que se han fijado como ejecución material de la obra.
Plazos ajustados
Esta licitación también refleja lo ajustado de los plazos con los que la DGA cuenta para llevar a término este proyecto y en los que la sociedad Expo Zaragoza Empresarial confía para poder iniciar los trabajos en febrero de 2023 como pronto. Solo si se cumplen todos los pasos intermedios hasta que las máquinas entren en el recinto de Ranillas se cumpliría el plazo previsto.
En estos tiene, sin duda, un papel decisivo lo que el Ayuntamiento de Zaragoza haga una vez que la maquinaria administrativa se ponga a trabajar. Y es que el propio Azcón ya dejó entrever que estas obras no se podrían ejecutar al margen del consistorio, mostró sus dudas por ubicarse en un terreno que se considera inundable y, en los momentos de mayor tensión, no descartó la vía de los tribunales si, como finalmente va a ocurrir, se empieza a tramitar el contrato sin un acuerdo previo con la ciudad.
No obstante, según ha podido saber este diario, estas tensiones parecen haberse rebajado mucho en las últimas semanas. Así se podría interpretar de las palabras del responsable de Urbanismo del ayuntamiento, Víctor Serrano, que en una comisión de seguimiento de su área afirmó que no pondría «obstáculos» de carácter político a la materialización de estos 500 pisos de alquiler para jóvenes en los cacahuetes de la Expo. Además, hace pocos días reconoció la legitimidad del Gobierno aragonés para impulsar este tipo de proyectos en Zaragoza, aunque apostilló una crítica velada al lugar escogido para llevarlos a cabo.
Con todo, el concejal de Ciudadanos (Cs), y responsable del área por el que deberían pasar las licencias necesarias para comenzar los trabajos, no ha mostrado en ningún momento voluntad alguna de confrontar con la DGA por estos 500 pisos de alquiler para jóvenes en Ranillas, y ni mucho menos la de judicializar este proyecto por motivos de discrepancias políticas.
Habrá que ver, no obstante, si el ayuntamiento tiene o no la oportunidad de ralentizar o impedir su ejecución en la tramitación administrativa de los permisos. Lo cierto es que impulsar esta inversión de mutuo acuerdo es lo que más le interesa a la DGA de cara a cumplir, precisamente, con esos plazos tan ajustados que tiene. Porque, de no ser así tendría que elaborar un Plan de Interés General Autonómico (PIGA) que tardaría un plazo imprevisible que sí trastocaría la hoja de ruta ahora definida.
Licitar en otoño
Esta planificación empieza, precisamente, con la elaboración del proyecto que ahora busca quien se ocupe en un contrato en el que, de los 1.314.520 euros por los que saldrá a concurso público, 639.260 serán los honorarios por diseñar el proyecto básico y de ejecución, y otros 511.408 por la labor en la dirección de obra durante la construcción.
La sociedad Expo Zaragoza Empresarial seleccionará en una primera fase a las cuatro primeras ofertas que se reciban en el concurso que se sacará a licitación y de ellas saldrá el ganador. Primero se darán 30 días para recibir propuestas y luego se deberá adjudicar en el plazo máximo de un mes, por lo que a principios de mayo debería conocerse el ganador. Una vez preseleccionado tendrá el plazo de un mes desde la firma para entregar un anteproyecto, en junio, y una vez revisado, otros dos meses para elaborar el proyecto básico. En agosto podría comenzar con el proyecto constructivo de ejecución para que a principios de noviembre pudiera salir a licitación el contrato para la construcción, ya que el adjudicatario dispondrá de tres meses para culminarlo.
No obstante, este proyecto en la Expo tiene la ventaja de que, como ya anunció el presidente aragonés, Javier Lambán, el pasado enero, se creará una unidad interdepartamental en el Ejecutivo que se encargaría de reducir la tramitación administrativa a la mitad. Así es como se puede adjudicar en solo tres meses y empezar a construir los pisos en febrero de 2023. Antes de las elecciones.
Fuente: El Periódico