Nuevamente han emitido el programa Salvados en el que el legado de Expo 2008 aparece como un despojo inútil resultado de una fiesta vacía de cuando éramos ricos y despilfarradores.
Recientemente nos visitó Rafael Moneo, arquitecto que acaba de recibir el premio Príncipe de Asturias y que curiosamente había visto el citado programa.
Moneo, con la curiosidad propia de los sabios, quiso recorrer las riberas del Ebro y el recinto de Expo 2008.
Su interés era tal que perdió el tren y no le importó y quiso seguir viendo cosas hasta la llegada del siguiente. Desde luego que lo que vio y comprobó no tenía nada que ver con la información mezquina y torticera de unos periodistas que se recreaban en hacer sangre de las dificultades con las que crisis ha dificultado el desarrollo de los proyectos previstos.
Moneo quedó encantado por los paisajes vividos de la nueva Zaragoza. Ya sé, eso no es noticia.
Un reciente estudio realizado por TomTom en 58 ciudades europeas sitúa a Zaragoza en el puesto número 57, por lo que la capital aragonesa se encuentra entre las grandes ciudades menos congestionadas de Europa.
TomTom ofrece el barómetro más preciso del mundo en zonas urbanas, ya que el informe es el único que está basado en datos reales de tiempo de desplazamiento captados por los vehículos que circulan por todas las carreteras de la red vial. El estudio incluye ocho ciudades españolas, de las que Zaragoza ocupa el séptimo lugar, con un nivel de congestión inferior a Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla, Murcia y Valencia. Sólo queda Málaga por detrás de la capital aragonesa, en el octavo puesto. Si se tiene en cuenta que el estudio se realizó entre abril y junio de 2012, coincidiendo con un momento álgido de las obras del tranvía, creo que podemos estar satisfechos. La noticia en algunos medios locales decía: “Zaragoza, la séptima ciudad más congestionada de España, según un estudio de TomTom”. No comment.
Ayer tuve la oportunidad de visitar la Torre del Agua y presenciar el espectáculo que Volkswagen ha montado en el interior de la misma con motivo de la presentación de uno de sus modelos de coche. Los organizadores del evento me hablaron con satisfacción de las numerosas ventajas que ofrecía Zaragoza para procurar encuentros culturales, empresariales o festivos que tan abundantes recursos económicos aportan a las ciudades organizadoras.
Encontraron una ciudad de tamaño medio acogedora, dotada de excelentes infraestructuras, una ciudad sin atascos de tráfico, un aeropuerto muy confortable, unos equipamientos hoteleros envidiables (Hiberus, Reina Petronila, Palafox, Alfonso I), una feria importante, un magnífico Palacio de Congresos y un conjunto arquitectónico de primer nivel en el recinto de la pasada Expo 2008. El mejor edificio construido de la prestigiosa arquitecta Zaha Hadid está en Zaragoza.
El evento Volkswagen ha servido, entre otras cosas, para restaurar y dejar en uso el Pabellón Puente y la Torre del Agua e inyectar unos cuantos millones en la economía local. También ha mostrado las extraordinarias capacidades de tan singulares edificios que algunos amargados, proyectando su propia incompetencia y falta de imaginación, califican de inservibles.
Uno de los técnicos me hablaba apasionadamente del espectáculo que estábamos viendo: “El edificio deja hacer lo que quieras, tiene infinitos recursos y posibilidades. Nuestro espectáculo es solo luz y música. Este lugar tiene magia. Hemos utilizado las rampas ascendentes para instalar los equipos de proyección. Por la otra rampa la gente desciende naturalmente sin necesidad de sortear cables o focos”. Mientras, el lienzo de hormigón que soporta los ascensores se convierte en una calzada por la que se desplaza un coche acompañado de unas acróbatas que danzan entre imágenes vertiginosas y un disc jockey desciende en una cápsula que sortea los haces de rayos láser y, de repente, nos encontramos en un lugar único… EN ZARAGOZA!!!
Zaragoza está dejando de ser una ciudad de paso y se está convirtiendo en una ciudad que sirve de lugar de encuentro. Esta importante función urbana procura abundante empleo en diversos sectores de la producción, especialmente en los servicios.
Entiendo que éste es un reto importante para las administraciones que nos gobiernan. Aquí se podrían lograr acuerdos concretos, operativos y necesarios al margen de las marcas y colores políticos.
Ninguna de las manifiestas potencialidades de Zaragoza alcanzará la madurez y plenitud si no se hace un esfuerzo de coordinación institucional –como se hizo en la Expo 2008-.
Nuestra ciudad no brillará si no somos capaces de promocionarla con la convicción de sus indudables valores y capacidades. No sirve refugiarse en la crisis para esconder la inoperancia y el conservadurismo manifiesto en la terrible frase: “Virgencica, virgencica que nos quedemos como estamos”.
Es hora de creernos y proclamar a los cuatro vientos que tenemos una ciudad preciosa, capaz de asumir retos innovadores, con talento y juventud bien preparada… sin complejos, con un hermoso futuro.